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El anuncio del Gobierno de que iba a avanzar en la exprociación de la cerealera Vicentin tuvo efectos en la otra costa del Río de la Plata. A lo largo de esta semana los operadores inmobiliarios de Uruguay recibieron un 20% más de consultas de argentinos que querían saber qué opciones de inversión existen y, de paso, qué se necesita para obtener la residencia fiscal en el país vecino.
En rigor, el interés por el mercado de venía creciendo con fuerza desde las primarias abiertas simultáneas y obligatorias (PASO) de agosto pasado. En el sector destacan que tras esos comicios hubo varios hitos que marcaron picos en las consultas, entre ellos las elecciones de octubre, la discusión de la modificación a la ley de alquileres y la asunción de Alberto Fernández.
"Ahora con lo de Vicentin vimos otro aumento de consultas brutal y a eso le sumamos más gente que se quiere mudar de país. Los inversores ven que la renta es cada vez más baja allá y encuentran en nuestro mercado una posibilidad de mantener un rendimiento constante de alrededor del 5% en dólares", señala Teófilo Banchero, dueño de de Banchero Real Estate, desarrolladora y comercializadora que tiene una larga trayectoria en Montevideo.
La opción más atractiva, señala, son las denominadas "viviendas promovidas", con las que el inversor está exento de pagar el impuesto a las rentas de las personas físicas durante 10 años. Se trata de unidades construidas en zonas céntricas de Montevideo que se pueden adquirir a partir de u$s 65.000, en el caso de un monoambiente.
Estos departamentos tienen alta demandalas en el mercado montevideano y se encuentran a pocas cuadras de barrios como Pocitos y Tres Cruces. Una vez terminada la obra el tiempo promedio de ocupación es de apenas dos meses.
"Son apartamentos que desarrollamos en función de lo que se necesita para alquilar. En septiembre vamos a terminar un edificio frente a la Intendencia Municipal que terminamos adaptando en función de lo que se vio en esta pandemia: espacio para trabajar y terrazas más amplias con parrilla", agrega Banchero.
Para comprar un inmueble desde pozo es necesario contar con al menos el 30% del precio final. Con ese dinero como anticipo, el resto se puede financiar en 24 o 36 meses (en función del plazo de obra) con cuotas en dólares. Para una unidad de dos ambientes de u$s 100.000 las cuotas rondarán los u$s 1900 mensuales.
Además, el Congreso uruguayo está a punto de votar la llamada Ley de Urgente Consideración, que permitirá que las transacciones de hasta u$s 100.000 se realicen por fuera del sistema bancario.
"Hasta ahora para todas estas operaciones es necesario tener una cuenta bancaria en Uruguay. Y con las entidades reacias a abrir cuentas que se cierren a los pocos meses, era una complicación para los inversores extranjeros", dice Gustavo Pereira, dueño de la Comercializadora Amarras, una inmobiliaria que desde hace 20 años trabaja en relocación de argentinos en Uruguay.
Nueva ley de alquileres: el senado vota hoy un proyecto cuestionado por los propietarios
El Senado está listo para votar el proyecto de ley de alquileres que el año pasado había recibido media sanción en la Cámara de Diputados. El texto, señalan distintos operadores inmobiliarios, tiene más aspectos negativos que positivos para los propietarios.
En opinión de Fabián Kopel, director de la desarrolladora Kopel Sánchez, el anuncio de la expropiación de Vicentin fue la gota que colmó el vaso. Es que desde el inicio de la cuarentena cada vez más argentinos mostraron interés por el mercado del país vecino.
"Consultas hay muchísimas, pero por el momento son pocas las que se concretan", dice. La imposibilidad de viajar para ver las unidades o para firmar el "compromiso" –el equivalente uruguayo del boleto, que debe hacerse de manera presencial–, sumadas a las restricciones para girar divisas complican el cierre de las operaciones.
El desarrollador señala que tras la tormenta del coronavirus llegará la calma. Solo cuando termine la pandemia podrá verse cuál es el resultado de la situación actual. Sin embargo, señala que desde hace varios años el país vecino es un destino atractivo para los inversores.
"Lo bueno es que el ojo está puesto claramente en invertir en Uruguay", concluye.